A tu manera

He querido estrenar mi blog con esta veraniega imagen que nos trae recuerdos playeros y olor a mar. La frase me inspira y me impulsa a tomar las riendas de mi vida y vivirla, como decía el gran Frank Sinatra “A mi manera”.

Y es que, bajo mi punto de vista, lo mejor que le pueden decir unos padres a sus hijos es: “vive A TU MANERA, yo te enseño mi forma de hacer las cosas, de ver el mundo y entenderlo, pero todo esto tú lo puedes transformar como sientas que es mejor para ti y vivir tu propia vida como te plazca, SIN CULPA”. 

Ojalá nos dieran en voz alta el PERMISO para ser nosotros mismos en toda nuestra esencia, para decidir los caminos que queremos recorrer de acuerdo a nuestras necesidades, deseos, valores, etc. ¿cómo cambiaría la historia verdad? Esa culpa de la que hablaba desaparecería de un plumazo, pues sentiríamos libertad para poder actuar según nuestro criterio sin temor a ser expulsados del clan por desobediencia a nuestro linaje. Este es un MIEDO INCONSCIENTE que nos acompaña gran parte de nuestra vida, hasta que descubrimos que no es real y que tenemos el derecho y el deber de ser quienes hemos venido a ser.

Como ya imaginaréis, vuestros padres, los míos, los padres del mundo mundial, lo hacen lo mejor que pueden. Y verdaderamente, sin ninguna mala intención, piensan que su manera de pensar y hacer es la más adecuada para sus hijos. Desafortunadamente esto no siempre es así. 

Cuando somos niños absorbemos toda la información que nos llega de nuestros referentes y ni siquiera la cuestionamos.  Llegamos a la edad adulta y nos toca reestructurar nuestro pensamiento y nuestras creencias, ¿os suena la crisis de los 40?

Pero que no cunda el pánico, como ya sabéis los que tenéis niños a vuestro cargo (padres, tutores, abuelos, tíos, educadores, maestros, etc.) no es nada fácil EDUCAR SIN INFLUIR profundamente, por tanto, lo haremos lo mejor que podamos, aunque bien es cierto que contamos con mucha más información de la que tuvieron las generaciones anteriores, las cuales educaban un poco por ensayo-error.

Si alguna vez la vida me quiere hacer el maravilloso REGALO de ser madre, les diré a mis hijos que deseo que sean profundamente felices, y que no necesito en absoluto que sean, piensen o actúen como yo. Intentaré darles mi apoyo de la mejor manera posible para que transiten sus caminos y estaré ahí siempre que lo necesiten. Pero intentaré por todos los medios no interferir demasiado, no juzgarles y respetar su rumbo.

Así que papás y mamás del mundo, os invito a reflexionar sobre la manera en que transmitís vuestra verdad a vuestros retoños. Pensad que no siempre vais a hablar el mismo idioma, porque sois dos personas diferentes, de generaciones diferentes que han crecido en mundos diferentes. Dejémosles libres para VOLAR, para salir al mundo y vivir, A SU MANERA. Y si alguna vez falla su vuelo, estemos ahí para sostener la caída y curar sus heridas. Ese será, después de la vida, uno de los mejores regalos que podemos hacerles.

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2 comentarios

  1. Ampo enhorabuena por tu nuevo blog y decirte que comparto tu opinión y no puedo estar más de acuerdo. Besos

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