
Aprovechando que hoy es San Valentín os deseo que tengáis un día lleno de AMOR, tanto a los que estáis en una relación, como a los que estáis solos, a los que lo celebráis y a los que os importa un pimiento. Y de paso, os cuento mi visión del AMOR de pareja.
Desde hace algún tiempo, para mí, AMAR ES CUIDAR. Cuidar desde un lugar de máximo respeto, con el total deseo de que la otra persona sea feliz y consiga ser la mejor versión de sí misma.
Todos nos merecemos ser amados, ser cuidados, mimados, y encontrar a alguien con quien compartir nuestro camino. Hay quien lo desea y hay quien prefiere rendirse a los placeres de la soltería. Todo es respetable, ¡faltaría más!
Hay mucha gente que anhela encontrar a ese ser especial con el que tener una relación maravillosa, pero se olvida de algo muy importante: para que alguien nos quiera bien, primero somos nosotros los que debemos vibrar en esa energía. Si sentimos internamente una falta de valoración propia, tenemos pensamientos autodestructivos y no nos cuidamos (física y psicológicamente) difícilmente la vida nos presentará una pareja que lo haga por nosotros. Primero ámate tú con tus luces y tus sombras y luego haz lo mismo con tu pareja. Recuerda que cada uno da lo que tiene para dar, así que es importante que revises qué es lo que puedes ofrecer tú.
¿Cómo hacemos para atraer a esa persona con la que compartir un cuidado mutuo? Muy fácil, sé la persona que te gustaría conocer y cultiva en ti aquellas cualidades que más te gustan en los demás. Por poner un ejemplo: si quieres encontrar una persona alegre, motivada y con mucha energía pero tu llevas una vida sedentaria, aburrida y algo apática seguramente atraerás a alguien que vibre de ese mismo modo.
Te comparto un texto de Osho donde se explica esta idea a la perfección:
“Sólo una persona amorosa, alguien que sea ya amoroso, puede encontrar la pareja adecuada. Esta es mi observación: Si eres infeliz encontrarás a alguien que sea infeliz. Las personas infelices sienten atracción por las personas infelices. Sólo la gente feliz se siente atraída por la gente feliz.
Te conectas con personas de tu mismo nivel. Así que lo primero que hay que recordar es: una relación que se ha originado en la infelicidad se volverá amarga. Primero sé feliz, alegre, celebra, y entonces encontrarás otra alma que esté celebrando y habrá un encuentro de dos almas bailando juntas y una danza maravillosa surgirá de ahí.
Yo te enseño que lo primero y más importante es ser amoroso contigo mismo. No seas duro, sé blando. Cuida de ti mismo. Aprende a perdonarte una y otra y otra vez, siete veces, setenta y siete veces, setecientas setenta y siete veces. Aprende a perdonarte. No seas duro; no te enfrentes contigo mismo. Entonces florecerás.
En ese florecimiento atraerás a otra flor. Es natural. Las piedras atraen a las piedras; las flores atraen a las flores. Entonces se da una relación que tiene gracia, que tiene belleza. Si puedes encontrar una relación así, tu relación crecerá, se convertirá en una oración; tu amor se convertirá en éxtasis y a través del amor conocerás lo divino”.

La vida, en su infinita sabiduría, nos impulsa a crecer irremediablemente. Y es así como solemos atraer a aquellas personas que nos pueden hacer evolucionar, al mismo tiempo que a nosotros nos atraen aquellos que más pueden tocar nuestras heridas y así, poder sanarlas. La pareja es nuestro gran maestro, quien llega es perfecto para nuestro crecimiento personal. Como dice Eckhart Tolle:
“La finalidad de las relaciones no es hacerte feliz o satisfacerte. Si sigues intentando alcanzar la salvación a través de una relación, te sentirás desilusionado una y otra vez. Pero si aceptas que la finalidad de las relaciones es hacerte consciente en lugar de hacerte feliz, entonces te ofrecerán la salvación, y te habrás alineado con la consciencia superior que quiere nacer en el mundo”.
Todo lo que experimentamos es fruto de nuestra vibración, por tanto, si cambia lo de dentro también cambia lo de fuera. ¿Te ayudo a vibrar en amor?
