¡Hola amigos! He escogido la ACEPTACIÓN como TEMAZO de esta semana, porque me atrevo a decir que es la solución a prácticamente todos nuestros problemas. Sí, tal cual lo lees, con la integración de la aceptación en nuestras vidas los desafíos diarios serían un paseíto en barca.
Imagina un mundo en el que pudiéramos aceptar cualquier cosa que ocurre, cualquier acontecimiento que se cruza en nuestro camino sin apenas pelearnos con esa realidad. Sería una manera muy inteligente de vivir, pues si nos paramos a reflexionar, no es lo que ocurre lo que nos hace sufrir, sino la manera en la que lo interpretamos y nos enfrentamos a ello.
Pongamos ejemplos prácticos:
-He pinchado una rueda. ¿Puedo cambiarlo? Sí. Pues venga, ¿Qué hay que hacer?
-Me han puesto una multa. ¿Puedo cambiarlo? No, pues a la próxima andaré con más cuidado.
-Mi pareja es un desastre ¿Puedo cambiarlo? A él/ella desde luego que No, pero quizá sí le puedo transmitir lo que me molesta, después de haberlo respirado unas cuantas veces.. y así comunicar mi malestar de una manera más sana y asertiva.
Estos son algunos ejemplos muy banales pero que nos sirven para DARNOS CUENTA de cómo nos complicamos la vida.
Hace poco escuché una frase que me impactó muchísimo y que comparto ahora contigo: “el sufrimiento es una resistencia a la realidad”. Creo firmemente en esta afirmación, pues si fuéramos capaces de adaptarnos al presente y abrazar la vida como viene seríamos casi INVENCIBLES!
Hay una oración que me encanta y que dice así:
“PIDO SERENIDAD PARA ACEPTAR LAS COSAS QUE NO PUEDO CAMBIAR, VALOR PARA CAMBIAR AQUELLAS QUE PUEDO Y SABIDURÍA PARA RECONOCER LA DIFERENCIA”.
Esta sabiduría sería clave para empezar a vivir desde otro paradigma, desde otra perspectiva menos instalada en la queja. Con este tipo de mirada, cada vez que tuviéramos delante un desafío podríamos hacernos la pregunta ¿puedo cambiarlo? y si la respuesta es no, a otra cosa mariposa!!!
Sé que es muy fácil decirlo, y que hay desgracias en la vida que nos hacen pasarlo mal, muy mal. En momentos de profundo dolor, cuando nos negamos a aceptar una enfermedad, una muerte cercana, una ruptura… no es tan sencillo recurrir a la lógica y a la aceptación cruda de lo que nos ocurre, pero quizá este punto de vista sí nos puede ayudar a salir antes del sufrimiento, a no anclarnos a él y fluir con la vida más amablemente con nosotros mismos.
Suelta tus expectativas y el control sobre cómo deberían ser las cosas y de este modo podrás ACEPTAR con mayor madurez lo que la vida tiene para darte, que en la gran mayoría de los casos, son las experiencias que necesita tu alma para avanzar, CRECER, evolucionar, expandirse, etc.
Si en algún momento te ves incapaz de aceptar lo que está ocurriendo, don`t worry! simplemente ACEPTA QUE NO ACEPTAS.
Piénsalo y comenta, ¿Qué harás la próxima vez que la vida te ponga un desafío?.